La respuesta es «depende».
Un error de la batería no siempre significa el final de su vida útil. Expertos en vehículos eléctricos están descubriendo modelos comerciales para otorgar una segunda vida a las baterías eléctricas. Teniendo en cuenta el creciente número de baterías que se desechan, estas oportunidades comerciales se encuentran en crecimiento.
Además, aseguran que los tres defectos principales de la batería son: baja capacidad, alta resistencia interna y elevada auto descarga.
La capacidad de la batería disminuye como consecuencia del uso y del tiempo y se puede revertir con NiCd (níquel-cadmio: es una batería recargable de uso doméstico e industrial) y NiMH (níquel-hidruro metálico: es un tipo de pila o batería recargable que utiliza un ánodo de oxihidróxido de níquel); el aumento de la resistencia es común con las baterías a base de níquel; y la auto descarga elevada refleja las posibles tensiones soportadas en el campo.
En definitiva, no vale la pena reparar todas las baterías, pero existen grandes joyas.
Las baterías fabricadas para los vehículos eléctricos están diseñadas para durar más que los móviles, por ejemplo. Los expertos consideran que las baterías eléctricas aún deberían tener hasta un 70% de capacidad después de 10 años de uso o 160 000 km de conducción con propulsión eléctrica.
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